Cuando se hace el ejercicio de contemplar que puede haber vida más allá de la limitante, asfixiante, contagiosa, controlada y diseñada burbuja del relato oficial, se pueden descubrir nuevos paisajes insospechados, nuevas cosmovisiones que la mirada previa era, simplemente, incapaz de concebir.
¿Y si....? ¿Será que.....? ¿Podría ser que....? Todo puede empezar haciéndose algunas preguntas.
Esto es lo que sucede en el siguiente vídeo acerca del tema que está monopolizando en la actualidad la vida de tanta gente.
La realidad sobre el CONTAGIO
Ana María Oliva, Dra en Biomedicina
(Gracias)
(Gracias)
Por otro lado, ya se sabe que la culpa siempre tiene que recaer sobre alguien, como se encarga de recordarnos la figura del chivo expiatorio y también la del cabeza de turco, aquella persona a la que se achacan todas las culpas para eximir a otras. Este papel podría quedar ahora reservado al virus. El virus es el agente asesino que nos quiere matar, quedando eximidas todas las demás agresiones que en número ingente y de manera permanente infligimos a nuestro sistema, con una vida absolutamente desnaturalizada que se encuentra en las antípodas, tanto a nivel fisiológico, psicológico y social, de nuestras auténticas necesidades. Estos organismos deteriorados hasta la náusea y absolutamente debilitados se protegen ahora despavoridos ante el virus, el culpable de todo. Si no fuera trágico, sería cómico.
En este otro vídeo, la misma autora, Ana María Oliva, hace un repaso, en un doble sentido del término, de estas cuestiones.
Ana María Oliva, Dra en Biomedicina
(Más gracias)
Francesc J. Fossas
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