lunes, 27 de abril de 2020

Mirada en túnel

Cuando nos encontramos frente un amenaza, ¿qué más lógico que poner toda la atención en ella?
Si vamos por el bosque y se aparece un oso, no parece que fuese una buena opción empezar en ese momento a fijarnos en otras cosas, y ser conveniente, en cambio, que todo el foco atencional se centre sobre él.
Así que estamos ante una respuesta plenamente adaptativa.
Pero, ¿qué ocurre si vivimos en circunstancias en las que la amenaza permanece?
Supongamos, por ejemplo, que nos enfrentamos ante quedarnos sin trabajo, o ante una amenaza para la salud como un virus invisible?
O ante una situación en la que la amenaza puede no existir en el mundo real, pero si en nuestras cabezas.
Entonces, lo que antes resultaba adaptativo, ahora se convierte en una especie de trampa.
Porque al fijarnos exclusivamente en eso, no queda margen para acceder a otros recursos, a otras miradas que nos puedan facilitar encontrar soluciones a la cuestión planteada.
Podemos quedar atrapados, en bucle, en ese problema. Incluso obsesionarnos con él.
Entonces, como primera condición, necesaria pero no suficiente, para cambiar esa dinámica, conviene darse cuenta de ello, de que estamos en esa actitud. Para, a continuación, la otra condición necesaria, poder tener acceso a mirar hacia otros lados, con la consiguiente constatación de que existen otras realidades. De que no todo queda reducido a ese problema. De que hay vida más allá del mismo.
Como señalaba el psicólogo Paul Watzlawick "Actúa siempre de forma que se creen nuevas posibilidades”.

Francesc J. Fossas


No hay comentarios:

Publicar un comentario